A lo largo de la historia
se ha demostrado que el hombre tiene una
capacidad enorme de alterar el medio que lo rodea tanto de una forma
premeditada como inconsciente. Los cambios y alteraciones que progresivamente
en el paisaje dependen en gran medida de la forma en que la gente percibe su entorno y sobre todo
en los objetivos y aspiraciones que tiene en relación con el uso,modificación y
adaptación de ese medio a sus propias necesidades y requerimientos.
Por esa razón para comprender
las interrelaciones que existen entre el hombre y su paisaje se hace necesario
profundizar en la percepción subjetiva que éste mantiene con respecto al entorno
donde realiza sus actividades vitales.
I)
Introducción al tema.
Al no conocer o, a
lo sumo, tan solo hemos podido recoger el eco de su recuerdo y existencia nos
planteamos analizar su trascendencia.
Es el nexo de unión entre la
naturaleza y el hombre, los árboles son necesarios para la humanidad desde su origen.
Por su innegable utilidad práctica como fuente de energía, de alimento y de madera con las que
fabricamos diferentes útiles.
Entre las diferentes manifestaciones folclóricas relacionadas con este
ancestro culto al árbol aparece con los celtas
y sin duda la más extendida por Carrizal, es la que se conoce como “ plantar el Mayo”, es la fiesta
celebrada cada primero de Mayo y, que conmemora la llegada del periodo estival.
En ella los jóvenes del pueblo, salen fuera del
recinto urbano en busca de un árbol mediano, lo cortan y lo trasportan
hasta la calle
Cimera, lo hincan en el suelo con un muñeco en
la “mota” todo ello se desarrolla entre canticos y bailes.
Por razones
Biohístoricas,Geográficas y Orográficas etc. La flora de la Península es una de
Las más variadas y ricas de Europa y, se calcula que un 15% pueden ser endémicas.
II)
Historia de la
Tierra.
En el MIOCENO Medio,
hace unos 15 millones de años, el clima
del Mediterráneo era más caluroso y húmedo que el actual ( Subtropical) con una
estación seca.Las encinas estarían
relegadas a los crestones rocosos y a los solanos más cálidos y secos.
Durante el PLIOCENO la tendencia a la
aridez se acentúa aún más, el clima Mediterráneo, tal como hoy lo conocemos es
muy reciente y esto favoreció el desarrollo de las especies. La Península se
vio afectada solo parcialmente por las Glaciaciones. Únicamente el norte y las
montañas elevadas y, más acusadamente
períodos fríos y fenómenos PERIGLACIARES . La diversidad Orográfica
y la Geológica unidas a los cambios
climáticos, favoreció el desarrollo de la vegetación de Especies y Razas.
El registro de los granos de
polen parece demostrar para el sur de la Península un cambio alternativo de
formaciones boscosas coincidiendo con los periodos cálidos y húmedos
Interglaciares. Como consecuencia de lo expuesto:
, se puede concluir
que la Flora Ibérica y en general la mediterránea occidental es una flora
relativamente reciente que se ha
originado sobre todo a partir de la última fase del Terciario.
III ) ARBOLES CENTENARIOS DE CARRIZAL DE LUNA.
Su inmovilidad, grandeza y
belleza nos atrae y, al mismo tiempo, nos sirve de elemento referencial, pues
su longevidad también nos permite
contemplar en ellos el paso del tiempo. El inexorable paso y peso de la vida.
Estos ejemplares forman parte
de la comunidad, de nuestra historia y patrimonio, qué se han ganado la
admiración del pueblo. Son singulares, monumentales, notables y destacables. Da
lo mismo la denominación que utilicemos. Nos referimos de todas esas maneras de
arboles individualizados en su excepcionalidad, tamaño, forma, localización o
história.Arboles con nombre propio que han sido contemplados y admirados por
decenas
de generaciones de
hombres y mujeres anteriores a la nuestra con la misma generación y
Nostalgia que hoy
les recordamos, profundamente enraizados en la tierra, junto a ellos, es
imposible no sentir algo muy especial, su energía poderosa, el vigor de su
eternidad etc.
Otros muchos de estos
formidables ejemplares han muerto sin que los llegáramos a conocer.
IV ) LA MALDICIÓN SOBRE EL ÁRBOL
El siglo XX, es el
siglo de la infamia y de la repugnancia contra la Flora. Los “abuelos
centenarios” fueron tratados como testigos despreciables, forasteros,
impertinentes y auténticos parásitos de la incomprensión y malévola saña. No
hubo piedad ni justicia, ni altura de
miras biológicas, ni aprecio a la belleza natural de un patrimonio legado por nuestros ancestros con verdadero cariño. Ellos, los cuidaron con
ternura y respeto al paisaje y, vieron en la naturaleza la forma de transmitir
al futuro la alegría de la madre naturaleza; pero las generaciones del siglo
XX no lo entendieron y el desastre de la
asesina hacha, llevó por delante un patrimonio bicentenario dejando huérfano al
pueblo de aquellos árboles singulares e históricos. Citando al filósofo
Pitágoras dice: “ Mientras el hombre siga destruyendo sin piedad a los seres de
la naturaleza más inferiores, no conocerán
ni la luz ni la paz; pues mientras los hombres masacren los ´arboles se
mataran entre ellos “.
Esta cita nos pone
de manifiesto lo perverso que puede ser
el hombre con sus semejantes y citando a SOCRATES DICE: “ Soy el tábano
que Dios ha puesto sobre la naturaleza, y
todo el día y en todas partes siempre estoy aguijoneándoos,
despertándoos, persuadiéndoos y reprobándoos “. Es una de esas citas que dejan
huellas profundas de reflexión que nos pone de relieve lo importante que es la
cultura para cuidar la naturaleza ; pero cuando el hombre a quien se le habla
no se entiende , resulta Metafísica.
En Carrizal no se
entendió el sentido transcendental e histórico de la importancia de éstos árboles
centenarios a los que talaron sin piedad. Hoy pocos los recuerdan. Precisamente
porque es historia viva de la naturaleza. Quiero traerlo a la memoria de las
generaciones que no pudieron disfrutar de
ellos y que algunos permanecen en la toponimia .Los más importantes son:
a)
Rebollón (mato trompudo)
b) Negrillón ( casa de vitorino)
c) Nogalona (calle cimera casa de Ursicino)
d) Nogal de
(Isidoro)
e) Nogal de (Dionisio)
f) Chopón de ( la
cebal)
g) Rebollo de la (Bouza)
h) Rebollico…(Valdesar)
V)
ARBOLES CENTENARIOS EN
CARRIZAL DE LUNA.
a)
El REBOLLÓN : El robledal, varias especies se dan cita en
el lugar geográfico para las dos primeras sólo una reseña, porque solamente
existe algún ejemplar dentro de un microclima, por ello se establece esta división en función de la especie dominante;
son tres los robledales que se encuentran en el territorio atlántico Ibérico.
1)
Cagigas o Carvallos
(Quercus robor), se extienden por la comarca costera y valles con
clima menos continental desde Navarra hasta Galicia
2)
Los rebollos
Albares (Quercus Petrea) rara vez coinciden con los anteriores y
prefieren los valles interiores más continentales de la Cordillera( en las
regueras hay algún ejemplar)
3)
Los
robledales de Rebollo Toziu ( Quercus Pyrenaico), que compite con éxito en los
puntos de mayor sequía, puede alcanzar los 25 m..Las hojas permanecen en el
árbol durante buena parte del invierno, ya secas, imprimiendo a los rebollares
un peculiar aspecto durante la estación fría, son densamente peludas y parecen
aportar al rebollo una alta capacidad
competitiva en ambientes secos. Los brotes dan lugar a un denso tapiz
alrededor del tronco de los árboles adultos. Los montes de robles se recuperan
con gran rapidez, si se compara con otros robledales que han de utilizarse para
su reproducción, tan solo el sistema de semillas, la expansión es más lenta.
Como tantas
especies leñosas, su área total, no coincide con la zona donde forman bosques,
es decir donde su capacidad competitiva, es alta y puede imponerse a otros
árboles, allí en sierras y paramos de la meseta, allí donde la sequedad no es
tan elevada como para que las encinas desplacen al rebollo.
Se ha
señalado con frecuencia que el rebollo rehúye los suelos calcáreos. Su área de
distribución Occidental podría ser un
dato a favor de esta hipótesis ; pero no siempre es así.
Los
bosques asentados en suelos profundos y ricos en nutrientes han experimentado
más radicalmente la transformación del medio. Las fronteras biogeografías no son límites que
puedan ser definidos con exactitud, y buena prueba de ello son las numerosas
interpretaciones que se han dado al dominio atlántico. Los suelos pueden
determinar el tipo de cubierta vegetal , son el resultado de las interacciones
que se producen entre la atmosfera, la biosfera y la litosfera. La variedad
viene dada por la litología que caracteriza a la España atlántica.
Refiriéndonos concretamente al REBOLLÓN,debo recordar que el
nombre del topónimo de la DEBESA,
significa zona cubierta de robledal y este puede ser un superviviente de
aquella desforestación, hoy convertida en pradera pero lo suyo siempre reclama
lo que le ha pertenecido y no tardando mucho tiempo se repoblará de roble.
EL REBOLLÓN hoy solo perdura en la memoria de mi generación.
Localizado a la entrada del (Mato trampudo) , fue un árbol centenario, según la
tradición por los abuelos, era de proporciones gigantes, asentado en terreno
granítico y en la solana del Molero, donde se muestran las rocas
Precámbricas del Plegamiento Herciniano,
periodo antiguo y recio como el roble Toziu o Melojo ; pero se rindió a la tempestad de la fiera humanidad,
despiadada que no respeta las canas
del “ABUELO” Centenario.
La cita
hermosa de Pitágoras nos demuestra los instintos ciegos que hacen estragos en
el medio natural, reduciéndolo al desastre de los desiertos y a una soledad aterradora de la
ecología.
Nuestra generación no tuvo
la suerte de conocer al árbol “Mágico” y
solo los comentarios de los ancianos nos hablan de la majestuosa copa y belleza, ello ha despertado la curiosidad
del ejemplar.
Solamente el tocón como
recuerdo nos pone en guardia y con ello podemos imaginar el árbol con la fantasía
de lo que fue aquel árbol bicentenario.
Sólo los
restos muertos representados en aquella naturaleza nos podemos imaginar la
belleza majestuosa del árbol dormido en el silencio de la noche oscura del
desastre.
No hay una
historia clara de cómo fue su
desaparición. Unos dicen que el inicio del proceso fue un rayo que lo abrió y, esto sirvió para que los desaprensivos prendieran fuego en su
oquedad y de esta forma su vida se fue apagando hacia la muerte definitiva.
Siendo niño, mi
maestro D. Salvador acudía con una cesta y un hacha para descuartizar los
restos del tocón para la lumbre. Cuentan los ancianos que en verano los rebaños
de ovejas sesteaban a su sombra. Después casi cien años de la desaparición, aún se conserva
la toponimia del Rebollón, hoy lo remplaza una rebolla guiada por Ursicino, intentando
dar continuidad a la toponimia que ya los jóvenes no la recuerdan; pero lo que
si se vuelve a repetir es que la
“Debesa” muy pronto volverá a ser un bosque de robles, pues la expansión
es imparable, ya no hay animales que lo detengan y, el roble Toziu o Melojo se
reproduce por hijuelos que crecen a su alrededor con gran facilidad.
b)
EL NEGRILLÓN
Nos referimos al “ Ulmus” más antiguo de Carrizal,
según me contó el abuelo Vitorio, calculaban a principio del S. XX más de 150
años, hoy pasaría de 220 años o más ,
con certeza nadie lo sabe. Era un árbol gigante de proporciones enormes, estaba
situado en la esquina de la casa de Adolfo, en la parte que da al charcón. En
1955 le llegó la hora fatídica, el pajar del abuelo ocupaba el lugar donde se levanta
la obra, al comenzar el derribo del pajar, se arrancó el gigante árbol. Por aquellas fechas el
negrillo gozaba de buena salud, no había penetrado la enfermedad de la GRAFIOSIS. En lo
que resta del S. XX Se eliminó la especie, produciéndose una pérdida
irreparable para la flora (botánica). La familia “Ulmáceas, género Ulmus “ (negrillo). Es un árbol de porte elevado y
robusto puede medir 25 ó30 m. de altura, se desprenden las hojas para pasar el
invierno. El tronco es grueso, derecho, ahuecado en los ejemplares viejos, tal
como le ocurrió al negrillón, únicamente los sometidos a las podas. La corteza
era de color pardo-grisáceo o pardo-oscuro muy áspera y resquebrajada. La copa
era amplia y de follaje denso, largamente ovoide, redondeada o algo irregular,
proyectaba una sombra intensa. Tenía un suelo apropiado, fresco y profundo.
La madera del negrillo
tiene el corazón, con anillos de crecimiento muy marcados y textura algo
gruesa, es fácil de trabajar, muy resistente a la putrefacción, se emplea en
construcciones de carros, en
“dentales” de arados de madera, piezas
de maquinaria, puertas y ventanas. El banco de carpintería y las puertas carretales
de la casa de Adolfo son del negrillón, ello da idea del tronco que tenia. Como
todas las talas de árboles es un atentado contra la naturaleza y, solo hoy
pueden recordarlos las generaciones ancianas, el resto ya no les
suena y, lo que es peor es que
han desaparecido aquellos frondosos negrillos de los alrededores del pueblo,
donde se nutrían de las hojas para los cerdos y
la poda de los “fuyacos” para la
alimentación de ovejas y cabras durante el largo invierno. Esta riqueza y maravillosa
flora ha desaparecido por la desgracia de la enfermedad llamada GRAFIOSIS, producida por un HONGO de la familia de las que obstruyen los vasos y hace que la OFIOSTOMATÁCEAS que se sequen
las hojas-. Se transmite por medio de escarabajos que hacen su puesta en la
corteza del olmo, las esporas se liberan
en los túneles que excavan las larvas y, los escarabajos adultos infectan
nuevas ramas, al perforarlas para alimentarse. Por este motive se han introducido una especie más resistente a la enfermedad
como la
“ ULMUS PUMILA “.Esta
es la nueva esperanza de recuperar este árbol y, que hoy solo tenemos el
recuerdo y la nostalgia de algo que se ha perdido en la familia Botánica. Era
el albor que presidia las plazas más representativas de nuestros pueblos y
villas. La lucha contra la enfermedad resulto fallida.
c) LA
NOGALONA.
En Carrizal existieron tres nogales centenarias todas en la "cimera"
del pueblo, precisamente en terreno calcáreo donde prospera este tipo de árboles.Las
tres cayeron rendidas a el hacha asesina del hombre, fue una desgracia
ecológica y, hoy solo permanece el recuerdo
de los mayores; pero lo que era espectacular era la “nogalona” de la
calle cimera, donde está la casa de Ursicino, era propiedad de Victorino Muñiz.
Nadie sabe la edad, pero todos los cálculos dan unos 200 años. Era un ejemplar
único, el tronco no lo abarcaban tres hombres y su copa tomaba toda la plaza,
en verano el olor cubría todo el ambiente, era una aroma especial en días de
fuerte calor resultaba un lugar apreciado para descansar ,en la siesta acudía a
la sombra el rebaño de ovejas sobre todo cuando la Escrita estaba de valdío.
La producción de nueces en años Buenos, se
cargaba un carro con cebatos. En mi infancia , recuerdo que mis padres y la Tía
Aurelia decidieron recoger la cosecha mientras la gente acudía a misa
a Irián, hubo Nueces para todo el año y para regalar.El abuelo Vitorio
cuidaba la cosecha y se respetaba la propiedad; pero un (buen día o malo ) apareció
un maderero que se enamoró del precioso árbol, por un lado las
necesidades económicas y la falta de conocimientos ecológicos dieron las causas
propicias para consumar el “crimen” a la naturaleza y un castigo a la flora más
Hermosa de Carrizal. Tanto Fue el interés del maderero que impuso la obligación
de arrancar el árbol para aprovechar el tronco. Adolfo (padre) Y un señor de Lautrera efectuaron la operación
de derribo con una excavación enorme hasta que el “abuelo bicentenario” cerro sus ojos al cielo y su sombrero se desparramó por la plaza con un
suspiro de viento que sacudió el polvo de la plaza. Los
“guajes” contemplamos la muerte de la nogal con tristeza, ya no habrá más
nueces ni las regañinas y carreras de Vitorio; todo quedó en silencio, los
rayos del sol ya no eran frenados por la fronda de la gran copa de la Nogalona,
sentimos que algo se había muerto en el pueblo y, solo el recuerdo nostálgico
de los mayores lo recuerdan. Los jóvenes se sorprenden al oír hablar del famoso
árbol, mágico bicentenario.
En esa época los caminos eran de carruaje y no entraban
los camiones. El trasporte de los dos rueldos hasta Villarroquel lo realizo
Adolfo y su mujer con dos carros por el
precio de 500 pesetas.
.
d)
EL CHOPÓN (La acebal)
El chopo es un árbol robusto que puede alcanzar hasta
20 ó 30 m. de altura, con copa amplia,
ovoide-cónica o muy estrecha, florece por febrero o marzo y desimina las
semillas en abril o mayo. Se cría en los
sotos y riberas de los ríos entre nivel
del mar y unos 1500 (1800) m. de altura. Habita en gran parte de la Península
Ibérica. La poda del chopo le perjudica para el crecimiento sin nudos ; pero es
muy apreciado como forraje invernal para ovejas y cabras. La Madera es ligera,
blanda, blanca , o rosada, de textura fina y uniforme, buena para
tablones, cajas y para elementos estructurales que no tengan que soportar pesos
para armantes, puertas ventanas y todo tipo de muebles. El chopo es fácil de
reproducirse por estaca.
Una vez descrito las características del chopo en
general, nos referimos al CHOPÓN como el árbol más representativo de la
cebal.
Según un documento
de 1770 el término de (lacebal) fue un bosque de acebos, de él se conserva el
topónimo, lugar que refuerza la toponímia de Miravalles, en la confluencia del
arroyo del abesedo y de valcabao donde
se encuentra la cebal, antes de la desaparición del árbol era un lugar paradisiaco
de una campera, con agua para los ganados y fuente para las personas y, un
lugar para sestear el rebaño de ovejas y cabras, era un paisaje maravillosos.
Hacia 1940 comenzó el azote contra los árboles más representativos de la zona
y, por desgracia le llegó el turno a este magnifico ejemplar, el autor del “ magnicidio”
fue Emilio Brea, la hazaña fue muy comentada, las dimensiones del tronco eran
enormes, no lo abarcaban tres hombres, pasaba con mucho los cien años. Para
cargar los troncos los serraron a lo
largo. El espectáculo duró más de una semana y, lo que es peor fue el principio
de la destrucción del paisaje con las siguientes cortas de lo que era un verjel
que le daba vida al valle donde la alineación de la vista de los chopos daba
una armonía al paisaje verde en contraste con los flancos resecados del estío
veraniego.
Hoy da pena contemplar
aquel espacio convertido en un desierto, ya no hay choperas, no hay frescura ni
sombras para la siesta, todo es soledad y tristeza, al recordar lo que fue y
lo que es hoy , no puede uno más que
sentir amargura y desolación. Se propuso volver a plantar una chopera ; pero
los intereses de los vecinos no se pusieron de acuerdo y por su negligencia hoy
ya no tiene remedio. La capa freática ha desaparecido, la fuente se seco y,
aquel espacio de la cebal es un desierto ecológico sin paliativos, todo comenzó
con la tala del Chopón y ya se hizo imparable . El planteamiento del embalse
del río Omaña , alarmó a los vecinos de Carrizal y el simple anuncio dio pie
para talar el valle sin piedad. Nadie ha vuelto a plantar árboles en el lugar,
por lo que resulta desolador recordar aquella chopera alineada que
rezumaba alegría, frescor y hermosura.
El hombre es capaz de destruir el paisaje y de remediarlo ; pero en este lugar
ni lo intento .Si los que nos precedieron hubieran pensado lo mismo, no hubiéramos
disfrutado de esa belleza
e)
EL REBOLLO DE LA BOUZA.
El topónimo BOUZA
Significa terreno roturado, desforestado, cambio de vegetación. Todo indica que
los dos robles existentes, serian los
testigos de un pasado que, nadie
recuerda. Estos dos eran muy antiguos, posiblemente más del centenar. La Bouza
es una cuesta muy pendiente desde Miravalles hasta la campar del madero ; en la mitad de la cuesta se encontraba el famoso árbol, en ese espacio
no existía ninguna sombra, él era el único refugio para los viajeros que
necesitaban un descanso y respiro de la tremenda cuesta, tenía una amplia
sombra proyectada sobre la campera. Era el punto referencial de mitad de la
cuesta para los carros de Madera o
de otros Productos . El recuerdo de un
árbol mágico como éste respira tristeza
y profundo respeto al desconocimiento de la belleza y de quien gozó quemándolo
como si fuera una valentía, tan torpe como maléfica una inquina contra la
naturaleza. Con su desaparición, se rompe la toponímia y ya nadie dirá que la
mitad de la cuesta la representa el rebollo de la Bouza. Cuantos ancianos y
pastores meditaron a la sombra de esta joya e incluso alguna placida siesta.
Ocupaba un lugar estratégico.
Recuerdo que decían que hasta el fuego le costaba penetrar en el corazón del “abuelo”,
por ello su agonía se prolongo varias semanas, hasta que las cenizas borraron
el rastro, fueron unos despiadados e incultos, poco generosos con el paisaje y
el desprecio a la tradición histórica de nuestros ancestros, ellos si lo hicieron
con generosidad y altruismo.
f) EL REBOLLICO (Valdesar)
Situado en una pequeña cuesta entre el falechar y las Comunias, se
ubicaba un roble Viejo, retorcido por la poda y la vejez, al lado del camino
carretal con una “besana” peligrosa para los carros, estaba en el centro del
vago, . En tiempos de la siega del pan, cuando se segaba a hoz, no se regresaba
a casa a la siesta pues se consideraba que se perdía mucho tiempo. A la hora de
la comida era la sombra más solicitada para comer y dormir la siesta, a veces
se reunían dos o más familias en ese receso tan importante para reponer fuerzas
para la jornada de la tarde. Esta costumbre ha desaparecido con la mecanización
del campo y con ello se ha cerrado un periodo de sacrifico y miseria ; pero lo
que interesa resaltar es la desaparición de un árbol centenario y con ello la toponimia (del
rebollico). El final fue la hacha
maldita conducida por la voluntad del hombre
BIBLIOGRAFÍA
MELENDEZ, Bermudo y FUSTER, José Mª, 2º edición ,Geología,
Madrid 1969.; LÓPEZ, Ginés, Guía de los árboles y arbustos de
la Península Ibérica y Baleares, Madrid
2010 3ª Edición ;JAVIER PALACIOS, César y REDONDO, José Ignacio, Guía
de los árboles singulares de España ( El País 1997)
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